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sábado, 29 de abril de 2017

Barbie: más allá de la muñeca

En pocas palabras: Soberbia exposición que incluye Barbies de colección que retratan la historia de la moda desde 1959 a nuestros días; y también evoca hitos del cine y de la evolución de la mujer en general.
Organizadores: Fundación Canal y Mattel, con la colaboración de 24 ORE Cultura. Comisario: Massimiliano Capella, experto en Arte e historiador de Moda.  

Descripción: Tras un enorme panel rosa que reza "Barbie" comienza una visita muy interesante que parte de la primera Barbie (1959, con su caja original) y llega hasta las Barbies más sofisticadas de nuestros días. La exposición incluye cuatro espacios. En el primero, se exponen las primeras Barbies y las Barbies que ilustran la historia de la moda (con diferentes diseños desde los cincuenta hasta nuestros días). La segunda parte recoge las casas de Barbie, aquí se encuentran expuestos también los "Ken", y el coche de Barbie, su caballo, su camping-car, su avión y su barco. La tercera parte se dedica a las Barbies del mundo con sus diversos trajes regionales o característicos y también las Barbies con sus profesiones.
 
Estas últimas destacan por ilustrar el leit motiv de Barbie que era "I can be" ("Yo puedo ser") que encierra la historia de la emancipación femenina: recordemos que antes de Barbie, las niñas solo podían jugar con muñecas que las relegaban a un rol de madres; con Barbie las niñas podían jugar a ser lo que quisieran: astronauta, presidente de los Estados Unidos, médico, profesora, veterinaria, diseñadora, etc.
El cuarto espacio -y sin duda el mejor y más grandioso- consta a su vez de tres partes: la primera parte, dedicada a las Barbies hechas en porcelana con atuendos delicados (trajes de novia, lencería); la segunda parte, con las suntuosas Barbies vestidas por los grandes diseñadores del siglo XX (Lagerfeld; Moschino; Karan; Dior; de la Renta...etc); y la tercera parte que expone las Barbies de cine (Barbie Marylin; Barbie Grease; Barbie Grace Kelly; Barbie Audrey Hepburn). El conjunto es un gran paseo por la historia de la moda.

Lo mejor: ¿Cuál escoger?

Comentario: Dejemos a un lado todo cuanto Barbie representa de controvertido; dejemos a un lado nuestros perjuicios sobre si es lícito o no que las niñas jueguen con estereotipos de lo femenino, en qué consiste este estereotipo o quién lo manda, y todo cuanto podamos opinar al respecto de los aspectos más cuestionables de la Barbie. Quedémonos únicamente con el icono Barbie. Si lo hacemos disfrutaremos de esta exposición atrevida, divertida, entretenida que ilustra la historia de la moda en lo que tiene de más  icónico y esplendoroso. Aunque os parezca un poco kitsch, no lo es. Se trata de un recorrido que tiene bastantes puntos a favor porque no se queda en el discurso de la evolución de la muñeca, que también, sino que ofrece una interesante lectura por cuanto ilustra de la evolución de la moda, de la historia del cine, de la historia de la emancipación femenina. La evolución del look, las diversas profesiones, las Barbies del mundo con sus diferentes trajes regionales, las Barbies de cine. La verdad, no se me ocurre cómo contároslo: lo mejor es ir a verla. 
Puntuación: Matrícula de honor
Datos prácticos: "Barbie: más allá de la muñeca". Fundación Canal Isabel II. L-V 11h-20h. Miércoles 11-15h. Sábados hasta las 22h. Del 16 de febrero al 2 de mayo de 2017. Entrada gratuita
ENTRADA LIBRE

miércoles, 26 de abril de 2017

Ramón Casas: la modernidad anhelada


"Ambar y espuma" de Ramón Casas (1898)
En pocas palabras: Esta exposición incluye una gran cantidad de obras de Ramón Casas junto con otras de artistas contemporáneos tanto catalanes (como Rusiñol, Carolus Duran, Utrillo, Masriera i Manovens) como extranjeros (Toulouse Lautrec). La muestra se organiza para conmemorar el 150º aniversario del nacimiento de Ramón Casas, pintor modernista catalán que plasmó su obra en pintura pero también en carteles, estampas y fotografías. Ramón Casas vivió en el ambiente bohemio de la cataluña de finales del siglo XIX pero también estuvo varias veces en París y, en Barcelona, fundó Els Quatre Gats junto con Rusiñol y Pere Romeu.
Organizadores: Obra Social ”la Caixa”, Museu Nacional d’Art de Catalunya y Museus de Sitges.
Descripción: La exposición abre recorrido con un espacio titulado "Ramón Casas: la modernidad anhelada" en el que se presenta un interesante retrato cruzado ("Retratándose") entre Ramón Casas y Santiago Rusiñol (1890). Pasamos a la sala titulada "La construcción de una identidad artística" que recoge obras de la primera etapa parisina de Ramón Casas cuando se forma en el taller de Carolus Duran. En esta sala no debe pasarse por alto la contraposición entre el "Retrato de François Gauzi" (Toulouse Lautrec, 1886) y "Retrato de Rusiñol" por Ramón Casas (1905-10) para poder apreciar la influencia del primero en el último. La tercera sala se titula "La pulsión bohemia" y en ella encontramos vistas de patios pintadas por Rusiñol y de Montmartre por Ramón Casas. También se expone un pequeño-gran Picasso: "Pobre genios" (1899-1900), procedente del Museo Picasso de Barcelona. El ambiente parisino de la bohème se refleja en interesantes obras como "Le grand bal" de Rusiñol o el "Interior del Moulin de La Galette" de Casas (1890-91). También se incluyen dibujos de Pau Roig con domadoras, equilibristas y escuderas realizados en lápiz carbón y acuarela sobre papel y escenas circenses de Ramón Casas en acuarela y tinta china. La continuación de este espacio sigue en otra sala de la que destaca un conjunto de obras curiosas como la baraja española diseñada por Casas o un conjunto de dibujos para azulejos; pero de esta sala destaca sin duda "Sombras" de Casas (1897) con su cromolitografía al lado.
Sombras de Ramón Casas (1897)

Pasamos a un doble espacio titulado, a la derecha, "La paradoja del artista moderno" con tipologías taurinas, chulas, majas y toreros (todos ellos de Ramón Casas) y diversos óleos de mujeres con pañuelos o mantones; y, a la izquierda, "La poética de la multitud" con una serie de pinturas de temática de crónica social que incorpora la multitud anónima como personaje en escenas un tanto tétricas de ejecuciones públicas pintadas a partir de 1894 ("Garrote vil"). La siguiente sala se titula "Identidades ambivalentes" y resulta un poco más alegre con obras de gran diversidad tipológica como "Ambar y espuma" (para Cordoniu) y los interesantes óleos de mujeres reclinadas sufriendo del mal du siècle, con esa postura indolente y tediosa, llena de sensualidad, pero que desprende el aburrimiento crónico de las mujeres confinadas en el hogar por voluntad de la patriarcal sociedad decimonónica ("Mujer descansando después del baile"). En esta sala se exponen también los dibujos realizados por Ramón Casas para revistas creadas por él como Pel y Ploma (1899) o Hispania (1900). Una gran sala diáfana titulada "Desnudos" cierra esta exposición con diversos desnudos femeninos realizados por Ramón Casas en posiciones a veces ingeniosas con escorzos difíciles ("Flores deshojadas", 1894) y otras veces sorprendidas en actos de la vida cotidiana como "Preparando el baño". En esta sala se pueden comparar una cromolitografía de Toulouse Lautrec de su colección "Elles" (1896) junto a una de Ramón Casas titulada "Modelo en interior" (1917). La exposición se cierra con unos retratos llenos de sensualidad que Ramón Casas hizo de la que sería su esposa, Julia Perare, a quien conoció en 1905 titulados "La Sargantain" (1907) y "Julia en granate" (1906).
"Julia en granate", Ramón Casas (1906)
Lo mejor: La posibilidad de apreciar juntas una cromolitografía de Toulouse Lautrec "Moulin Rouge, la Goulue y Antoine le Désossé" (procedente del Museo Ixelles de Bruselas, 1900) junto con otra de Adrien Barrère y un óleo de Ramón Casas titulado "Baile en el Moulin de la Galette" (1890-91). También me gustaría incluir "Ramon Casas y Pere Romeu en un tándem" (1897) procedente de Els Quatre Gats y que recoge entre otras cosas el elemento de la bicicleta, por la que Ramón Casas sentía fascinación.
Comentario: Lo primero que debemos decir es que, si bien la exposición se titula "Ramón Casas" y se organiza con motivo del aniversario de su nacimiento no se trata de una exposición totalmente monográfica. En primer lugar, porque el recorrido no es cronológico sino temático aunque tampoco queda muy claro qué criterio se ha seguido a la hora de ordenar las obras expuestas. En segundo lugar, porque la muestra no incluye exclusivamente obras de Ramón Casas y las que hay no tienen vocación de exhaustividad. Dicho esto, la muestra incluye diversas obras procedentes todas de la misma época (finales del siglo XIX y principios de siglo XX) adscritas al ambiente bohemio catalán y realizadas por diversos artistas: Casas, Rusiñol, Utrillo, Carolus Duran, Francesc Masriera i Manovens, etc. Podemos no obstante afirmar que mayoritariamente se trata de obras de Ramón Casas pero no lo suficientemente exhaustivas como para considerar que se trata de una exposición totalmente monográfica. Ahora bien, hecha esta oportuna aclaración, la exposición no se queda sin mérito. Más bien todo lo contrario: la verdad es que recrea con bastante soltura el ambiente artístico de la bohemia catalana y también muestra las influencias recibidas por Casas de Toulouse Lautrec a la hora de crear, entre otras cosas, carteles. En este sentido, merece mucho la pena. La exposición brinda una visión bastante completa de la obra del artista y sumerge en ese ambiente bohemio fin de siècle y modernista; quizás por eso resulta bastante redonda a pesar de todo. Tal vez como siempre debamos achacar el error de enfoque a una cuestión de marketing pero en definitiva lo que importa es el contenido y en este caso, la exposición es interesante y completa. El recorrido incluye numerosos carteles informativos que explican muy bien las obras y se detienen en algunos aspectos importantes lo cual permite aprender. El folleto que dan en la entrada incluye una reproducción del sensual retrato "Julia en granate". Finalmente, la posibilidad de que incluyan obras muy curiosas llenas de valor artístico como el móvil original de Els Quatre Gats o las litografías de Toulouse Lautrec dan a la muestra un gran valor añadido.
Ramon Casas y Pere Romeu en un tàndem, 1897
Puntuación: Sobresaliente.
Datos prácticos: "Ramon Casas. La modernidad anhelada" CaixaForum Madrid, del 8 de marzo al 11 de junio de 2017. L-D 10h-20h. Entrada 4 euros.

Arte y cine: 120 años de intercambios

Carteles de películas
En pocas palabras: Una exposición que brinda al visitante la posibilidad de tener una experiencia visual consistente en contemplar una escena de película junto a una obra de arte que tiene relación con ella. Se trata de una propuesta original en la que se aprecian las influencias cruzadas que el arte tiene en el cine y el cine en el arte.
Organizadores: Obra Social La Caixa (CaixaForum) en colaboración con la Cinémathèque Française.

Descripción: El recorrido de esta exposición es cronológico y se distribuye por décadas que van desde finales del siglo XIX a principios del siglo XXI. En cada espacio se pone el énfasis en algún aspecto o hito de la historia del cine, partiendo del cine mudo yendo hacia el sonoro y alcanzando los diversos soportes en los que se presenta el cine actual. En la primera sala (1800) nos encontramos con unos interesantísimos dioramas (o polioramas panópticos) con vistas de París grabadas en cartón traslúcido (e.g. de la plaza Vendôme, la calle Rioli, una sala de la Ópera, etc): al aplicarse la iluminación primero de forma frontal y luego posterior el visitante puede apreciar el efecto óptico. La segunda sala arranca ya en 1900 y en ella se pueden comparar un fragmento de la película "Llegada de tren a la estación de La Ciotat" (película de los Frères Lumière) con el óleo de Monet "Las rocas de Belle Île" (1886). La particularidad consiste en apreciar cómo las primeras escenas cinematográficas se inspiraron en el arte dotando a la imagen en movimiento de características pictóricas propias de la pintura. Pero para apreciar la prepetuación de la tradición pictórica es necesario que el visitante se detenga, tenga la paciencia de ver los minutos de la película que proyectan, se detenga también en la pintura y establezca mentalmente la relación. Si se hace este pequeño esfuerzo, la exposición cobra sentido y se puede apreciar en toda su magnitud.
Fotograma "Tiempos Modernos"
La tercera sala se enfoca a la década de 1910 y en ella nos encontramos con una comparación original: fragmento de "Das cabinet der Dr. Caligari" (Robert Weine, 1919) junto al "Autorretrato" de Asta Nielsen (1920) en el que se pueden apreciar los detalles de vestidos que vistió en sus películas y que conforman el cuadro a modo de collage. En la estela de las vanguardias se proyectan interesantes fragmentos de películas que no deben pasaros desapercibidas por su talante cómico además de constituir piezas instructivas: "Rigadin peintre cubiste" (Georges Monce, 1912) y "Le peintre néo-impressioniste" (Emile Cohl, 1910) con dibujos preparatorios realizados en pluma sobre papel de calco (1908). La cuarta sala se dedica a la década de los 20 y en ella se encuentran, por ejemplo, las Espirales de Fischinger y sus investigaciones sonoras hechas en papeletas recortadas y gouache (1929) para compararlas con "Anemic Cinema" de Duchamp (1925). Destaca también en esta sala una carta manuscrita de Dalí dirigida a Buñuel con ideas para "La edad de oro" (1930) a la vez que se proyecta un fragmento de la película.
Zéro de conduite, Jean Vigo (1933)
En la sala siguiente de la década de los 30 no podían faltar los consabidos fragmentos de "Un perro andaluz" (Buñuel), "La sangre de un poeta" (Cocteau) y el genial "Zéro de conduite" de Jean Vigo (1933). La sala de la década de los 40 incluye proyectos influenciados por Marx Ernst y el surrealismo. Llegamos a la séptima sala (década de los 50) y en esta sala, inclinando la cabeza hacia arriba, no conviene dejar de ver el fragmento de "Le Mystère Picasso" de Clouzot (1956). La octava sala (década de los 60) nos sumerge en la nouvelle vague con un reportaje de Godard (1965), carteles de películas de Cocteau ("Orphée") o Godard ("Alphaville"). Se incluye el vestuario de Anna Karina en Alphaville. Terminamos con la octava sala (década de los 79) con una instalación cinematográfica sobre "Lo que el viento se llevó" de Alain Fleischer (1979) y finalmente, la novena sala que cubre los años 1980 a 2010 y que expone una fotografía sin título de Cindy Sherman (1981) junto con interesantes perfomances como "A partir de Hokusai" por Sarkis reproduciendo las estampas japonesas con un pincel y acuarela sobre un plato de agua. 

Lo mejor: Fragmento de "Das cabinet der Dr. Caligari" (Robert Weine, 1919) junto al "Autorretrato" de Asta Nielsen (1920).

Comentario: Conviene ir con tiempo y detenerse, como se ha mencionado antes (ver apartado subrayado en azul), para poder apreciar esta exposición en toda su magnitud. El ejercicio que se le pide al visitante consiste en ver el fragmento de la película y contemplar la obra de arte que se ha relacionado con ella para establecer la relación, la influencia mutua o la mera conexión. Si se hace así, la exposición puede ser un paseo interesante por la historia del cine y del arte. A nivel de contenidos, la exposición presenta diversos fondos procedentes de la Cinemateca Francesa que se han intentado conjugar de forma más o menos coherente para encajarlas en un relato cronológico que presentara la evolución de la historia del cine. También incluyen obras de otras procedencias pero en general se puede decir que casi todo proviene de la mencionada Cinemateca. Aún así, el relato que se construye es interesante, variado y permite establecer comparaciones curiosas. Desde un punto de vista logístico, la exposición incluía paneles informativos y también explicaciones detalladas en algunas piezas destacadas. También funcionaban todos los auriculares del recorrido y se podían apreciar algunos vídeos sentada en sillas que han incluido para permitir al visitante descansar (todo un detalle porque si se ve entera con todos los vídeos, la visita puede durar unas dos horas). Por poner algo mejorable, en el folleto y en el primer panel de la exposición incluyen algunas frases un tanto pomposas como "por fin podemos comparar las películas en los museos como las obras de las demás disciplinas" o "la exposición tiene por objetivo demostrar que el cine también se puede exponer". Estas frases rozan un poco la perogrullada porque obviamente no es la primera vez que se presentan fragmentos de películas junto con obras de arte pero bueno, le perdonamos este desliz ya que la exposición es bastante completa y su título acorde al contenido. 
Puntuación: Sobresaliente.
Datos prácticos: "Arte y cine: 120 años de intercambios", CaixaForum de Madrid, del 26 de abril 2017 al 20 de agosto 2017. Precio 4 Euros. L-D 10h-20h (conviene ir con tiempo para verlo todo).

domingo, 16 de abril de 2017

Tesoros de la Hispanic Society of America: visiones del mundo hispánico

Muchachas de Burriana (falleras), Camarasa




 
En pocas palabras: Exposición que presenta una selección de obras procedentes de la Hispanic Society Museum & Library of America que abrió sus puertas en Nueva York en 1908.
Origen de la colección: El fundador de la Hispanic Society fue Archer Milton Huntington, un filántropo fascinado por la cultura española desde que, siendo un niño, viajó con su madre a Europa. Al morir su padre, Huntington heredó una gran fortuna y la invirtió en crear un museo y una biblioteca. Dado que sentía fascinación por España, quería ofrecer una visión de lo hispano a través de la institución. Esta es la razón por la que la exposición se ha subtitulado "Visiones de lo Hispano". Todas las obras expuestas proceden de la Hispanic Society, y todas fueron adquiridas por Huntington por su origen hispano. Ahora bien, en aras de garantizar que el arte español no saliera de España, Huntington solo compraba obras que ya estuvieran fuera y se esmeraba por hacer adquisiciones de arte español en otras ciudades como Londres o París.
Organizadores: Hispanic Society Museum & Library y Museo del Prado con el patrocinio de la Fundación BBVA.
Descripción: La exposición incluye 10 secciones dispuestas por orden cronológico que abarcan desde la Edad de Cobre hasta el siglo XX. La prima sala a la exposición consta de un retrato de Huntington. La segunda sala presenta obras adscritas a la Edad de Cobre entre las que destacan interesantes piezas procedentes de excavaciones como un conjunto de cerámica campaniforme o varios torques celtibéricos. De esta sala destaca un maravilloso mosaico con la cabeza de Medusa procedente de Alcolea del Río y un broche para cinturón visigodo con sus alveolos y sus incrustaciones de vidrio verde. La tercera sala se dedica a la España Medieval y en ella destacan dos sedas de tejido de 2 urdimbres (hay que acercarse para poder apreciar la superposición) y un píxide atribuido a un artista llamado Jalaf (siglo X). También se encuentra en esta sala un arcón mudéjar con incrustaciones de marfil. La sala dedicada al aspecto de bibliófilo de Huntington (sala titulada "Biblioteca") incluye diversos libros raros coleccionados por este amante de lo español. Se exponen, por ejemplo, un libro de horas negro hecho en vitela teñida de negro de la segunda mitad del siglo XV. Pero de esta sala destacan sin duda las ejecutorias de hidalguía con heráldica, letras mayúsculas y otras representaciones iluminadas: así, la ejecutoria de Bartolomé de Montoya de 1552 es especialmente bella con sus colores vivos y su lenguaje renacentista. De esta sala no deben pasar desapercibidos (i) la carta de Carlos V a Felipe II (desafortunadamente sin transcripción que permita leer su contenido) y (ii) el Decreto de Carlos V para aumentar la pensión de Tiziano, pintor de su corte, fechada en 1548. La siguiente sala se dedica al Siglo de Oro español y por tanto ahí se encuentran pinturas de los más destacados artistas de la época como Zurbarán (se expone una Santa Emerenciana, ricamente ataviada con su manto de tafetán rosa), Murillo ("El hijo pródigo"), el Greco (la muestra incluye la "Piedad" perteneciente a su etapa romana, con influencias de Tiziano en la paleta), y diversos retratos de Velázquez: del Conde Duque de Olivares, del Cardenal Astalli y de una niña desconocida. A esta sala le sigue otra con joyas y lozas de cerámica de Talavera. En esta sala se expone la obra de la única mujer artista incluida en la exposición: Luisa roldán, escultora de cámara de Carlos II, "Los desposorios místicos de Santa Catalina". La siguiente sala recoge obras de cartografía como el mapa de Tequaltiche, realizado por orden de Felipe II que es una suerte de mapa-pintura que representa el territorio jurisdiccional que tenían en Nueva España los conquistadores, con escenas de batallas y sacrificios. También se encuentra expuesto el Mapamundi de Vespucci. La siguiente sala se titula "América" y en ella se exponen obras como "Las bodas de Caná" de Nicolás de Correa: una interesante obra realizada en una tabla denominada "enconchada" porque presenta incrustaciones de nácar sobre las cuales se aplicó la pintura.La última sala de la planta 0 se dedica al final del Antiguo Régimen con el retrato de la Duquesa de Alba por Goya con la firma Solo Goya a sus pies(ha sido restaurado para la exposición).

Galería de retratos

Pasamos a la planta 1 donde nos encontramos con una galería diáfana en forma de U que incluye una pared en la que se suceden diversos retratos realizados por Zuloaga y Sorolla de las personalidades de las letras españolas (lista no exhaustiva: Blasco Ibañez, Unamuno, Azorín, Machado, Pío Baroja, Juan Ramón Jiménez, etc). En la otra pared de la sala, se exponen diversas obras de Sorolla como "Idilio en el mar" o "Después del baño" que transmite sensualidad. Las últimas obras que cierran la exposición son de Zuloaga, como la "Familia del torero gitano" que evoca, según Huntington, la vieja España que desaparece. El documental que se ofrece al final del recorrido explica con detalle el origen de la colección y su relevancia en el panorama cultural de los Estados Unidos.
Lo mejor: La galería de retratos y el lienzo "Muchachas de Burriana" (falleras) de Camarasa.
Retrato de Emilia Pardo Bazán por Sorolla

Comentario: En el año 2012, el Museo del Prado presentó una exposición temporal con una selección de obras procedentes del Museo del Ermitage que tuvo mucho éxito. Desde entonces, hemos tenido la "Philips Collection" en el CaixaForum, obras del "British Museum" también en el CaixaForum; actualmente, el Museo Thyssen también tiene en cartel una selección de obras procedentes de la Galería Nacional de Budapest.y ahora la que podríamos denominar la "Huntington Collection" en el Prado. Parece que está de moda hacer que exposiciones permanentes se vuelvan temporales y viajen... La particularidad de esta exposición es que Huntington sentía una fascinación por arte creado en España, desde escultura a pintura, pasando por joyas, libros raros y planos antiguos. La verdad es que el contenido de la exposición es interesante y acerca al visitante a la colección de la Hispanic Society de Nueva York. La elección del criterio cronológico ha sido todo un acierto por la variedad de objetos que exponen. El recorrido permite informarse de lo que se está viendo porque cuenta con muchos carteles explicativos y estos están redactados con la suficiente información como para entender lo que se está viendo y aprender. El folleto que dan gratuitamente también aporta información sobre el recorrido que el visitante se dispone a emprender. Finalmente, la presencia de una mujer artista en el recorrido (Luisa Roldán) es un pequeño paso más hacia el reconocimiento de las mujeres artistas en las salas del Prado y es de agradecer. 
Puntuación: Sobresaliente
Datos prácticos: "Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico".
Museo Nacional del Prado. Madrid 04/04/2017 - 10/09/2017. Entrada 15 euros. 

 

sábado, 15 de abril de 2017

Maestro Mateo en el Museo del Prado

Dovelas con el castigo de la lujuria, c. 1188
En pocas palabras: Una pequeña exposición de una decena de esculturas del Maestro Mateo, autor al que se atribuye la dirección de las obras de la catedral de Santiago de Compostela.
Organizadores:  El Museo del Prado, la Real Academia Gallega de Bellas Artes y la Fundación Catedral de Santiago. En la restauración de las obras también ha colaborado la Fundación Barrié.
Descripción: El recorrido es realmente breve y solo consta de dos salas. En la primera nos encontramos con las dovelas con el castigo de la lujuria, el rosetón y un documento de la concesión de una pensión vitalicia al Maestro Mateo por Fernando II. La segunda y última sala presenta  diversas esculturas entre las que destacan las figuras sendentes de Abraham o Jeremías y Isaac o Ezequiel.  
Lo mejor: Los caballos del cortejo de los Reyes Magos, c. 1200 en granito con restos de policromía, de la fachada del trascoro, recuperado en 1978 y en el que se aprecia el rico tratamiento de las crines y las riendas. 
Comentario: La muestra en sí es interesante porque la obra escultórica de la catedral de Santiago de Compostela sin duda lo es, pero la exposición no ofrece mayor información sobre la figura del Maestor Mateo. En la página web del Museo se indica que el objetivo de esta exposición consiste en "ofrecer al visitante la oportunidad de conocer en profundidad un período dorado en la historia de la basílica, comprendido entre los años 1168 y 1211". Si esto es realmente así, no cumple el objetivo. La información ofrecida al visitante sobre las obras en particular que se exponen es muy escasa. Para suplirla y darle un poco más de contenido a la visita, ofrecen gratuitamente una tablet con información sobre la catedral de Santiago en la que también se indican datos sobre la restauración de algunas de las esculturas que se incluyen en la exposición pero que, en mi opinión, queda algo descolgada ya que no se enfoca lo suficientemente a las esculturas que se están viendo y además requieren dejar de ver las esculturas para atender a las explicaciones de los vídeos de la tablet. La sensación que da al visitante es que las esculturas que se exponen son muy interesantes, sin duda, pero la tablet aporta más bien información descolgada de la exposición, más genérica. Finalmente, para una exposición titulada "Maestro Mateo" una espera que haya información sobre el Maestro Mateo, cosa que aquí no sucede en absoluto porque la información contenida en los paneles se limita a indicar qué se está reprensentando en las esculturas sin profundizar sobre los datos (conocidos, desconocidos o debatidos) relativos a su autor.
Puntuación: Aprobado raspado.
Datos prácticos: "Maestro Mateo en el Museo del Prado", del 29 noviembre 2016 al 24 de abril 2017. L-S 10.00 a 20.00 h. D-F 10.00 a 19.00 h. Entrada 15 euros, porque obligan a comprar la entrada general para ver las exposiciones temporales.

Rafael Moneo: una reflexión teórica desde la profesión

Ampliación del Museo del Prado, Rafael Moneo
En pocas palabras: Con el título "Rafael Moneo: una reflexión teórica desde la profesión. Materiales de archivo 1962-2016", el Museo Thyssen presenta esta excelente exposición dirigida, sobre todo por el tipo de contenido que comprende, a arquitectos profesionales, estudiantes de Arquitectura o carreras análogas, y amantes de la arquitectura en sus aspectos más técnicos.
Organizadores: Se trata de una co-producción entre la Fundación Barrié, el Estudio Rafael Moneo y el Museo Thyssen.
Descripción: El recorrido se encuentra en la planta baja del Museo e incluye 6 espacios organizados con criterio cronológico que permite seguir la carrera profesional de Rafael Moneo. Es necesario indicar que el contenido de la exposición consta esencialmente de dibujos técnicos de arquitectura (plantas y alzados), maquetas realizadas en madera de sus más relevantes obras, dibujos, y fotografías de las obras acabadas. En la primera sala se incluyen las obras tempranas de su carrera adscritas a la tendencia organicista (1950-60) de la que destacan obras como el Ayuntamiento de Logroño o la Sede Bankinter de Madrid (todo ello, como hemos dicho, con fotografías y dibujos de plantas y alzados). La segunda sala se titula "Una expresión propia" e incluye obras de la década de los setenta, como la remodelación del centro histórico de Zaragoza. La tercera sala, "La escena internacional, entre Madrid y Nueva York", ilustra cómo la obra de Moneo se vuelve más compleja y adquiere carácter internacional con obras como el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (se puede apreciar en la exposición, entre otros documentos de archivo, una excelente maqueta) y también la Sede de la Previsión Española en Sevilla que se encuentra frente al río Guadalquivir. La cuarta sala, titulada "La experiencia americana en Harvard" (hasta 1990) incluye muy diversas obras, desde la ampliación de la Estación de Atocha de Madrid hasta la Fundación Pilar Miró o la Sede del Banco de España en Jaén. La quinta sala, titulada "Una práctica profesional y global" se centra en el regreso a Madrid de Moneo y el aclance de su reconocimiento internacional hasta 1999. En esta sala destacan la ampliación del Ayuntamiento de Murcia, el Museo de Arte de Estocolmo y la ampliación del Museo del Prado. La última sala incluye obras de los últimos años, hasta hoy, como la Biblioteca de la Universidad de Deusto o el Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón de Madrid.
Lo mejor: La exhaustividad de la exposición, que recorre las obras más relevantes de Moneo, así como la calidad de los materiales expuestos: maquetas, dibujos técnicos arquitectónicos (alzados, plantas) y fotografías de las obras acabadas. 
Comentario: La exposición cubre diversas décadas de la obra del arquitecto (desde 1950) y pretende ofrecer un discuro de la carrera profesional de Rafael Moneo exponiendo sus proyectos más relevantes mediante maquetas, dibujos en alzado y plantas, así como fotografías de las obras acabadas. En este sentido, la muestra es exhaustiva y la ingente obra de Rafael Moneo se encuentra bien representada. Sin embargo, en el folleto de la exposición se menciona que la exposición pretende ofrecer también una muestra de "historia de la arquitecta" que, en mi opinión, no queda demasiado lograda para un público neófito en arquitectura técnica.  El discurso no resulta muy interdisciplinar, se queda en arquitectura. Eso sí, ofrece una visión de la carrera profesional de este arquitecto español de mucho renombre en la esfera internacional y nacional, autor de numerosímos edificios públicos y se puede decir que da una ciera visión de la arquitectura contemporánea. Pero si lo que pretendían era ofrecer, además de la carrera de un arquitecto en particular, una parte de la "historia de la arquitectura reciente" a través de su mirada, debo decir que quizás en este aspecto se hayan quedado un poco cortos porque no ofrecen la suficiente información como para seguir esta línea interpretativa. El visitante que no entienda mucho de alzados y plantas, se quedará con las maquetas y las fotografías pero no llegará a entender muy bien cuál es la evolución de la obra de este arquitecto sin duda importante para la historia de la arquitectura contemporránea.
Puntuación: Sobresaliente para profesionales de la arquitectura
Datos prácticos: "Rafael Moneo. Una reflexión teórica desde la profesión. Materiales de archivo 1961-2016". Museo Thyssen. M-D 10h-19h, S 10-21h. Entrada 12 euros.

 

sábado, 8 de abril de 2017

Obras maestras de Budapest: del Renacimiento a las Vanguardias

En pocas palabras: Excelente exposición que presenta unas noventa obras procedentes del Museo de Bellas Artes de Budapest y de la Galería Nacional de Hungría con ocasión de su cierre temporal por reformas. Las obras cubren un período muy amplio, de los siglos XV a XX pero todas corresponden a las colecciones de estas dos grandes pinacotecas. Tanto si no se ha ido nunca a Budapest como si ya se han visto in situ, la exposición brinda la ocasión de apreciar (o volver a hacerlo) diversas obras procedentes de estas pinacotecas.
Organizadores: Museo Thyssen en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Budapest y la Galería Nacional de Hungría. Comisarios: Guillermo Solana, y Mar Borobia (Museo Thyssen). 
Descripción: El recorrido está dispuesto con carácter cronológico y se presenta dividido en 8 salas que cubren los siglos XV a XX. La primera sala, titulada "Renacimiento en el Norte", comienza pisando fuerte con unos dibujos de gran exquisitez como por ejemplo la "Santa Bárbara" de Altdorfer (siglo XV) realizada con pluma, pincel y tinta china con albayalde sobre papel. En esta misma sala se puede apreciar un óleo del mismo artista titulado "La Crucificción". A Altdorfer se le considera creador del paisaje como género autónomo y en la obra que se expone se suprime el paisaje en favor de una composición más tradicional. Esta obra destaca por sus colores planos (azul, rojo y blanco) sobre fondo con pan de oro: una maravilla. Pasamos a la segunda sala, "Renacimiento en el Sur", en la que se exponen "Magdalena penitente" de El Greco (c. 1576) con una paleta cromática de azules plasteles y blancos que evoca la pintura veneciana y tiene ecos de Tiziano. En esta misma sala destaca una pequeña escultura ecuestre atribuida a Da Vinci con un dibujo preparatorio a grafito de las patas del caballo datado c. 1490-92. Pero la obra más interesante de esta sala es sin duda la Madonna Esterházy ("La virgen con el niño y san Juanito") de Rafael, c. 1508, realizada en temple y óleo en la que apreciamos una composición piramidal cerrada en la que además se observa asimetría ya que el niño Jesús se representa a más altura que San Juan Bautista. La tercera sala, "el Barroco en Flandes y Holanda", incluye unos bodegones fabulosos como el "Bodegón con frutas y copa Römer" (1644) con unos racimos de uvas traslúdicos que compiten en la misma pared con el "Bodegón con hortalizas" de von Utrecht (c. 1645-50). En esta sala se expone también un cuadro pintado a dos manos entre Rubens y Van Dyck (c. 1618-20) titulado "Mucio Escávola ante Porsena". Especialmente interesantes en esta sala son los 4 óleos de las estaciones ("Primavera", "Verano", "Otoño" e "Invierno") de Jacob Grimmer y el "Adán y Eva" de Jordaens (1630-40) que coloca a Eva sentada en plano de igualdad con Adán y en el que se puede apreciar la maestría del pintor en representar la anatomía de sus personajes. La cuarta sala, "el Barroco en Italia y España", incluye obras de pintores españoles: "El almuerzo" de Velázquez (etapa sevillana, 1618-19) a caballo entre el género del bodegón y el retrato de grupo; y el "Noli me tangere" de Alonso Cano (1640), una de las versiones más elegantes de este tema; e "Inmaculada Concepción" de Zurbarán (1601). Pero también se encuentran en esta sala las obras de pintores italianos como "La Anunciación" de Strozzi (1640) con su pincelada serpenteante o "Diana y Acteón" de Casari (1603-06) que desprende sensualidad con un grupo de mujeres sorprendidas en el baño. En la quinta sala, titulada "El siglo XVIII en Europa", pasamos del barroco al rococó. Las formas se hacen más livianas y se aclara la paleta. Esta sala expone diversas obras adscritas al género del vedutismo (vistas de ciudades) como "La esclusa de Dolo" (1763) de Canaletto o "El arno en Florencia" (1740) de Bellotto. En esta sala se exponen también dos cuadros de Tiépolo: "Descanso en la huida a Egipto" y "La virgen exhortando a Santa Teresa a que nombre a San José protector de la orden" (1749-50) que incluye la figura del rey francés que apoyaba a la orden de las carmelitas en un lateral. La sexta sala es una continuación de la quinta pero su contenido varía porque en ella se centran en artistas húngaros. Se exponen artistas como Mányoki (retrato del "Conde von Gotter", retratado a la oriental al estilo de Rembrandt), Kupecký ("Homenaje a Rákóczi, soldado kuruc", interesantísimo lienzo que representa a un capitán húngaro muerto por la revolución contra el imperio austríaco, y Bogdámy ("Bodegón con loros y cacatúa", un bodegón divertido y colorido). A esta sala pertenecen también los cuadros de Goya que se exponen: "La aguadora", "El afilador" (ambos representados con indumentaria revolucionaria) y el "Retrato de Manuela Casas y de las Heras". Pero hay una pequeña joya que no debe pasar desapercibida en esta sala: las llamadas cabezas de expresión de Messerschmidt. De las 54 que se conocen en todo el mundo, aquí se exponen 3: "El llanto infantil", "El hombre que bosteza" y "El hombre que duerme". Se trata de esculturas realizadas en una aleación de plomo y estaño cuyo significado aún no está del todo claro aunque hay diversas interpretaciones relacionadas con la posible enfermedad esquizofrénica del escultor o posible trastorno neurológico. Continuamos con la sala siete, "La nueva imagen de la mujer", que expone obras que compiten entre ellas por atraer la atención del espectador. De esta sala resulta difícil no citar todas las obras. Aquí se encuentran "La edad de oro" de Vaszary con toques simbolistas; la famosa "Dama del abanico" (1862) en la que Manet retrata a la que fuera la célebre amante de Baudelaire, la actriz Jeanne Duval, cuando ya estaba enferma y con una pierna paralizada como se puede entrever por la postura incómoda de la retratada; la elegancia discreta del óleo titulado "Mujer con vestido de lunares blancos" de Rippl-Róneai; el hermoso cuadro de "La alondra" (1882) en el que Merse  retrata un desnudo tumbado en un paisaje verdoso con un cielo azul lleno de tonalidades y matices; y, como no, la "Verónica" de Kokoschka (1909-10). Finalmente, la sala 10, "Del impresionismo a las vanguardias", cambia el tercio con el "Bizcocho de semillas de amapola" de Fényes, un artista húngaro que elige aquí la luminosidad y un tono vitalista a pesar del dramatismo del resto de sus obras; el "Paisaje de invierno con cerca" de Ziffer y las dos grandes manchas de color que dividen la composición del "Entierrno de un niño" de Czigány. Ponen broche de cierre a la exposición un muro dedicado a tres grandes nombres de la historia del arte: Monet ("Ciruelos en flor en Vétheuil"), Gauguin ("Los cerdos negros") y Cézanne ("El aparador"). Pero en esta última sala (a la que hay que procurar no llegar cansados para no dejar pasar la oportunidad de apreciarlos bien) se exponen también "Pont Neuf" de Pisarro y una acuarela sobre papel titulada "Vista de París" (1872) de Harpignies. 
La edad de oro, Vaszary

Lo mejor: "La edad de oro" de Vaszary (1898; la fecha lo dice todo: art nouveau, fin de siècle) con sus tonos verdes, su ambiente onírico, sus elementos simbolistas, su marco ricamente tallado, y sus líneas onduladas ...a una no se le va de la retina incluso después de haber abandonado la sala. 
Comentario: La disposición de las obras y la elección del criterio cronólogico de la muestra suponen un gran acierto y permiten contemplar la exposición mientras se va creando un discurso evolutivo en la mente del espectador. Especialmente destacable es el hecho (muy notable) que el Museo Thyssen ¡por fin! haya decidido volver a incluir paneles explicativos en sus exposiciones temporales. Parece que nuestras plegarias por fin han sido atendidas y ahora podemos realizar una visita sacándola el máximo partido leyendo los paneles explicativos que no sólo incluyen información sobre la iconografía sino también sobre características técnicas de las obras expuestas. En concreto, para esta exposición, se trataba de algo fundamental ya que la mayoría de artistas húngaros y su contexto son desconocidos por el gran público por lo que la exposición es un excelente primer acercamiento a su obra. También han vuelto a colocar (esperemos que dure) los folletos en el mostrador por el que hay que pasar al entrar en la exposición. Además, dicho folleto resulta mucho más completo ya que incluye reproducciones de obras y un texto explicativo con los nombres de los artistas que se puede conservar para recordar algunos datos.  Finalmente, mencionar que como la exposición se ha organizado con el motivo del cierre temporal del Museo de Bellas Artes de Budapest y de la Galería Nacional de Hungría que cierran por reformas hasta el año 2019, para quienes ya hayan viajado a Hungría y conozcan estas obras por haberlas visto in situ, esta exposición quizá pueda resultar algo redundante pero para quien nunca haya estado allí se trata de una buena oportunidad para saborear diversas joyitas realiadas por los grandes nombres de la historia del arte (me remito a lo expuesto en la descripción) sin moverse de Madrid y descubrir, también, la obra de los pintores húngaros que son menos conocidos.
Puntuación:Matrícula de Honor
Datos prácticos: "Obras maestras de Budapest: del renacimiento a las vanguardias", Museo Thyssen, del 18 de febrero 2017 al 28 de mayo 2017, precio: 12 euros, audioguía 4 euros (no hace falta, ya que vuelven a tener paneles explicativos), horario M-D 10h-19h y Sábados hasta las 21h. Lunes cerrado.