En pocas palabras: La exposición propone un diálogo entre las obras de Rodin y las de Giacometti que pone de manifiesto sus diferencias pero también sus numerosos puntos en común. Rodin es considerado el padre de la escultura moderna y se puede entender que Giacometti continúa sobre la huella de su antecesor. Si bien estos artistas nunca se conocieron, Giacometti sintió fascinación por las obras de Rodin desde muy temprana edad (esto se puede apreciar en la exposición porque se exponen libros con esculturas de Rodin sobre los que Giacometti dibujaba cabezas y brazos a muy temprana edad).
Organizadores: Fundación
MAPFRE con la colaboración de la Fondation
Giacometti y el Musée Rodin de París.
Comisarias: Catherine Chevillot y Catherine Grenier.
Descripción: El recorrido consta de
varias salas distribuidas en dos plantas. En la primera nos encontramos con una
imponente copia en yeso de “Los burgueses de Calais”. Aquí podemos apreciar la
individualización de los rostros, la expresividad de las manos y los gestos de
cada uno de los personajes. Se expone junto con “La
plaza” de Giacometti que utiliza el pedestal con la intención de igualar la
diferencia de tamaño entre los sujetos y ofrece al espectador, igual que Rodin,
la posibilidad de pasear entre las figuras. En la siguiente sala una de las
obras más interesantes es el boceto para el monumento de “Balzac”. Ya en la
segunda planta, nos encontramos con obras como el posible autorretrato de
Giacometti o retrato de su hermano Diego.
En una de las salas de esta segunda planta se pone de manifiesto el interés que ambos artistas sentían por el arte antiguo. Rodin coleccionaba obras de arte antiguo y esta influencia se puede apreciar en obras como “Torso masculino inclinado hacia adelante”. Por su parte, Giacometti también había estudiado el arte antiguo y en obras como “Mujer (plana V)” de superficie lisa y con un lenguaje cercano al cubismo se aprecia la influencia de la escultura de la antigua Grecia procedente de las Cícladas o de las máscaras africanas.
En la sala circular de la segunda planta se expone una maravillosa selección de dibujos de Giacometti que representan a Matisse. Continuamos con una sala en la que se expone una escultura de la bailarina oriental Hanako que realizó Rodin y que se titular “Máscara de Hanako tipo D”. Se exponen también unas bellísimas esculturas de Rodin en las que representa a Camille Claudel.
En la última sala se exponían “El hombre que camina” de Rodin junto con “El hombre que camina” de Giacometti pero tras la reapertura de la exposición que tuvo lugar al cesar el Estado de Alarma, se ha tenido que devolver la escultura de Giacometti que ahora solo se puede apreciar mediante una fotografía. Aún así, queda patente la relación de ambas obras.
Lo mejor: La
posibilidad de establecer comparaciones entre las obras de estos dos grandes escultores.
Comentario: La exposición resulta muy interesante. En ella podemos
establecer puntos de conexión entre las obras de Rodin y de Giacometti así como
apreciar las diferencias. Entre los puntos en común, se pone de manifiesto la
relevancia que ambos otorgan al modelado. La texturización de la materia, por
ejemplo, queda patente en numerosas obras de Rodin expuestas durante el
recorrido que contrastan con las figuras filiformes de Giacometti.
Particularmente interesante resulta comparar los dibujos de Rodin, de trazo
fino y delicado, a los dibujos de Giacometti, con una sucesión nerviosa de
trazos que se superponen entre sí. Otra relación interesante que propone la
exposición es partir del San Sebastián de Rodin, pasar por el Eustaquio de
Saint Pierre de Rodin y terminar con el Hombre de camina de Rodin y el Hombre
que camina de Giacometti.
Puntuación: Sobresaliente.
Datos prácticos: “Rodin-Giacometti”. Fundación Mapfre (Sala Recoletos). Del
6 de febrero al 23 de agosto de 2020.
Entrada 3 euros. Gratis los lunes. Horario: L 17-21h. M-D-F 11h-15h y
17-21h.
