En pocas palabras: La propuesta del Museo Thyssen para este otoño-invierno es la exposición titulada "Renoir: Intimidad", que se ha organizado con ocasión del aniversario de los 25 años del Museo.
Organizadores: Museo Thyssen-Bornemisza con el mecenazgo de Japan Tobacco International.Comisariada por Guillermo Solana, director artístico del Museo.
Descripción: El recorrido presenta seis espacios. En la introducción, comenzamos con el único panel explicativo que está expuesto y que nos explica que si bien Renoir se asocia a espacios públicos y abiertos, también tiene cuadros intimistas. Las dos primeras salas se titulan "Impresionismo: lo público y lo privado". En ellas nos encontramos con mucha gente agolpada y, a través de sus cabezas y cuerpos podemos distinguir, si tenemos un poco de suerte, unos estupendos lienzos del artista. En primer lugar, retratos: retrado de Jean Samary, retrato de Madame X, retratos de la Mujer de Monet (procedentes de Lisboa y París) y de Monet leyendo. En estas dos salas se encuentran también el elegantísimo "Después del almuerzo" y la "Mujer al piano" procedente de Chicago. Solo en estas dos primeras salas, llama la atención el origen tan dispar de las numerosas obras expuestas que proceden de sitios tan remotos como Chicago, Los Angeles, Portland, Saint Louis o Moscú y también de Lisboa, Dublin, Frankfurt y numerosas colecciones particulares. En la segunda sala de este espacio no os perdáis el estudio para el Moulin de la Gallete procedente de Copenhague y datado en 1875-76. El segundo espacio se titula "Retratos de engargo" y en él encontramos retratos de la familia Durand-Ruel, todos procedentes de colecciones particulares de la familia por lo que suponen la ocasión única de apreciarlos en vivo. En la continuación de la sala, se abre el espacio titulado "Placeres cotidianos" donde se contemplan cuadros intimistas sobre la mujer como "Mujer tocando la guitarra" o "Jóvenes leyendo" o "Jóvenes leyendo un álbum". Destaca el craquelado del cabello de la "Niña con fusta" procedente de San Petersburgo y "La maceta verde", un cuadro maravilloso procedente de Toledo. En el siguiente espacio titulado "Paisajes del norte y del sur" nos encontramos con los paisajes pintados por Renoir como el "Paisaje de la Roche Guyon" de 1887 procedente de México y "El estanque". También han incluido "Figuras en la playa" que procede del Metropolitan de Nueva York. La siguiente sala se titula "La familia y su entorno" e incluye diversos lienzos de Alice Renoir, de Edmond Renoir junior, etc. Terminamos el recorrido con la sala "Bañistas" donde se exponen lienzos de desnudos repletos de sensualidad como "Desnudo de espaldas" procedente de Tel Aviv y "Mujer atándose el zapato" o "Bañista arreglándose el pelo".
Lo mejor: "Mujer al piano" datado en 1875-76 procedente de Chicago.
Comentario: En primer lugar, destacar la ausencia de información. No hay ningún panel explicativo durante el recorrido y la información contenida en el primer panel es prosaica y no aporta nada salvo que desconozcas lo que significa la palabra "intimidad". En segundo lugar, me parece importante resaltar que el Museo ya no sabe dónde poner los folletos de sus exposiciones para que la gente no los coja: ahora están en un muro, bien apartado de la cola y tienes que dar unos seis pasos para cogerlos al vuelo antes de entrar a pesar de que haya muchísima gente detrás de ti empujando con su entrada en la mano. Estos dos hechos hacen que la organización de la exposición se desluzca. Bien, todos podemos apreciar cuadros de Renoir sin necesidad de conocer detalles técnicos pero lo interesante de una exposición es precisamente aprender esos detalles. El hecho de que cada vez lo pongan más difícil para ahorrarse el dinero, a pesar de que hayan subido el precio de la entrada, desluce el resultado final. Dicho esto, que va en la línea de comentarios anteriores sobre exposiciones organizadas por el Thyssen, al menos en esta la exposición sí va de Renoir (cosa que no sucedió con otras exposiciones supuestamente monográficas que se quedaron en nada). En esta exposición se presentan exclusivamente obras del pintor (75, para ser exactos). Esto obviamente va en consonancia con el título de la exposición, contra todo pronóstico. En relación con la selección, mencionar que se trata de los lienzos más intimistas de Renoir, con esa luz que los caracteriza, su pincelada pastosa y traslúcida, tan personal y distinguible, sus colores violáceos y su sensualidad características que aportan una sensación de suavidad al recorrido que acompaña hasta el final. De hecho, el último tramo del recorrido consiste en un espacio titulado "Un hermoso jardín abandonado". Se trata de una habitación pequeña y oscura en la que podemos escuchar ruidos de jardín, y oler en unos tubos olores de flores y jardines así como pasar la yema de los dedos por la superficie de un cuadro de Renoir en relieve. Todo ello tiene como objetivo despertar nuestros sentidos y acercarnos a la obra de arte de otro modo así como acercar el arte visual a personas con sensorialidad reducida, una apuesta que debería ir a más.
Puntuación: Notable.
Datos prácticos: "Renoir: Intimidad". Museo Thyssen. Del 18 de octubre 2016 al 22 de enero 2017. Entrada 12 euros (más la audioguía que cuesta y sin la cual no te enterarás de nada ya que no hay ni un solo panel explicativo). Horario: L-D 10h-19h y Sábados hasta las 21h.
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