En pocas palabras: Una inigualabe ocasión de apreciar en vivo las brillantes joyas de Bulgari y conocer detalles sobre las obras arquitectónicas que las han inspirado. Una exposición a no perderse.
Organizadores: Museo Thyssen con la colaboración de Bulgari Roma
Descripción: La exposición consiste en un recorrido único y excepcional por la obra de Bulgari. Comenzamos con una presentación en la que se nos recuerdan las características básicas de la estética de su joyería: estilo italiano alegre y llamativo, utilización del platino y diamantes y preferencia por el oro amarillo. A continuación, se nos explica también con paneles explicativos (que en esta ocasión son además visuales, y con fotografías que van cambiando lo cual resulta moderno) que la marca fue fundada por Sotirio, nacido en Epiro en 1857 y se incluyen fotografías de sus primeras tiendas en la Via Condotti de Roma tanto en su apertura como hoy en día. Especialmente interesante es el panel en el que se nos explica la creación del logotipo de la marca, isnpirado en las letras de las columnas romanas y la creación del famoso reloj Bulgari con la inscripción Bulgari Roma grabada en el bisel. A partir de ahí, se suceden maravillosas fotografías de artistas famosas como Nicole Kidman o Elizabeth Taylor luciendo joyas de Bulgari; bocetos de Bulgari para algunas de sus más sublimes piezas; cuadros e imágenes que reproducen lugares de Roma, basas de columnas, capiteles, el Coliseo, y un sinfín de obras arquitectónicas y plantas que han inspirado las diversas colecciones de Bulgari. Junto a estas representaciones, vitrinas donde lucen con brillo las impresionantes piezas de alta joyería de la marca que no pueden dejar indiferentes por su esplendor, por la finura de sus cabujones y sus engarces, por el diseño, por la elección de piedras preciosas. Por ejemplo, vemos retomado el motivo emblemático de la serpiente, y el mito de Hércules, en unos relojes o los volúmenes redondeados del Coliseo en unos anillos de oro, los casetones del Panteón romano en unos espectaculares collares. Todos los accesorios merecen que uno se detenga ante ellos durante varios minutos. La selección incluye joyería pero también otros accesorios neohelénicos. Los adoquines de la Via Appia se convierten en collares de colorido vivo y exuberante. La visión de esta exposición es una ocasión irrepetible y única. No dejéis de ir a verla. A mitad de recorrido, han incluido una instalación preciosa que te sumerge en una vista preciosa de Roma del atardecer al amanecer con unos bancos en los que poder sentarse.
Lo mejor: ¿Cuál elegir?
Comentario:Aún me brillan los ojos. La exposición me ha parecido muy interesante. No solo ofrece al visitante la oportunidad de poder contemplar las joyas de Bulgari sino que introduce al espectador en lo que hay detrás de la joyería: la inspiración en el mundo de la arquitectura romana. En este sentido, la muestra incluye bocetos, cuadros, plantas de edificios, y esto da perfecta cuenta de cómo se llega a la joya que luego podemos contemplar en las vitrinas. Más allá de que el comentario más repetido entre las personas que estaban visitando la exposición fuera "no me gusta" o "eso no es ponible", es muy importante saber distinguir de lo a uno le gusta o no le gusta de lo que es artísticamente un trabajo impecable, refinado, e interesante en definitiva como obra de arte digna de ser expuesta en un Museo y todo cuanto se expone en esta exposición sin duda alguna lo es. Personalmente, desconocía por completo el trabajo de Bulgari y lo que había detrás de sus obras de joyería o relojería. He aprendido muchísimas cosas que harán que jamás vuelva a pasar por delante de sus escaparates sin detenerme frente a ellos y pensar ¿en qué obra se habrán inspirado? Si, como yo, hay otras personas, a estas especialmente les encantará esta exposición en la que, además, permiten hacer fotografías.
Puntuación: Matrícula de Honor
Datos prácticos: "Bulgari y Roma". Museo Thyssen. Del 30 de noviembre 2016 al 26 de febrero de 2017. Entrada 12 Euros. Horario M-D 10h a 19h. Sábados hasta las 21h.
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sábado, 3 de diciembre de 2016
Renoir: Intimidad
En pocas palabras: La propuesta del Museo Thyssen para este otoño-invierno es la exposición titulada "Renoir: Intimidad", que se ha organizado con ocasión del aniversario de los 25 años del Museo.
Organizadores: Museo Thyssen-Bornemisza con el mecenazgo de Japan Tobacco International.Comisariada por Guillermo Solana, director artístico del Museo.
Descripción: El recorrido presenta seis espacios. En la introducción, comenzamos con el único panel explicativo que está expuesto y que nos explica que si bien Renoir se asocia a espacios públicos y abiertos, también tiene cuadros intimistas. Las dos primeras salas se titulan "Impresionismo: lo público y lo privado". En ellas nos encontramos con mucha gente agolpada y, a través de sus cabezas y cuerpos podemos distinguir, si tenemos un poco de suerte, unos estupendos lienzos del artista. En primer lugar, retratos: retrado de Jean Samary, retrato de Madame X, retratos de la Mujer de Monet (procedentes de Lisboa y París) y de Monet leyendo. En estas dos salas se encuentran también el elegantísimo "Después del almuerzo" y la "Mujer al piano" procedente de Chicago. Solo en estas dos primeras salas, llama la atención el origen tan dispar de las numerosas obras expuestas que proceden de sitios tan remotos como Chicago, Los Angeles, Portland, Saint Louis o Moscú y también de Lisboa, Dublin, Frankfurt y numerosas colecciones particulares. En la segunda sala de este espacio no os perdáis el estudio para el Moulin de la Gallete procedente de Copenhague y datado en 1875-76. El segundo espacio se titula "Retratos de engargo" y en él encontramos retratos de la familia Durand-Ruel, todos procedentes de colecciones particulares de la familia por lo que suponen la ocasión única de apreciarlos en vivo. En la continuación de la sala, se abre el espacio titulado "Placeres cotidianos" donde se contemplan cuadros intimistas sobre la mujer como "Mujer tocando la guitarra" o "Jóvenes leyendo" o "Jóvenes leyendo un álbum". Destaca el craquelado del cabello de la "Niña con fusta" procedente de San Petersburgo y "La maceta verde", un cuadro maravilloso procedente de Toledo. En el siguiente espacio titulado "Paisajes del norte y del sur" nos encontramos con los paisajes pintados por Renoir como el "Paisaje de la Roche Guyon" de 1887 procedente de México y "El estanque". También han incluido "Figuras en la playa" que procede del Metropolitan de Nueva York. La siguiente sala se titula "La familia y su entorno" e incluye diversos lienzos de Alice Renoir, de Edmond Renoir junior, etc. Terminamos el recorrido con la sala "Bañistas" donde se exponen lienzos de desnudos repletos de sensualidad como "Desnudo de espaldas" procedente de Tel Aviv y "Mujer atándose el zapato" o "Bañista arreglándose el pelo".
Lo mejor: "Mujer al piano" datado en 1875-76 procedente de Chicago.
Comentario: En primer lugar, destacar la ausencia de información. No hay ningún panel explicativo durante el recorrido y la información contenida en el primer panel es prosaica y no aporta nada salvo que desconozcas lo que significa la palabra "intimidad". En segundo lugar, me parece importante resaltar que el Museo ya no sabe dónde poner los folletos de sus exposiciones para que la gente no los coja: ahora están en un muro, bien apartado de la cola y tienes que dar unos seis pasos para cogerlos al vuelo antes de entrar a pesar de que haya muchísima gente detrás de ti empujando con su entrada en la mano. Estos dos hechos hacen que la organización de la exposición se desluzca. Bien, todos podemos apreciar cuadros de Renoir sin necesidad de conocer detalles técnicos pero lo interesante de una exposición es precisamente aprender esos detalles. El hecho de que cada vez lo pongan más difícil para ahorrarse el dinero, a pesar de que hayan subido el precio de la entrada, desluce el resultado final. Dicho esto, que va en la línea de comentarios anteriores sobre exposiciones organizadas por el Thyssen, al menos en esta la exposición sí va de Renoir (cosa que no sucedió con otras exposiciones supuestamente monográficas que se quedaron en nada). En esta exposición se presentan exclusivamente obras del pintor (75, para ser exactos). Esto obviamente va en consonancia con el título de la exposición, contra todo pronóstico. En relación con la selección, mencionar que se trata de los lienzos más intimistas de Renoir, con esa luz que los caracteriza, su pincelada pastosa y traslúcida, tan personal y distinguible, sus colores violáceos y su sensualidad características que aportan una sensación de suavidad al recorrido que acompaña hasta el final. De hecho, el último tramo del recorrido consiste en un espacio titulado "Un hermoso jardín abandonado". Se trata de una habitación pequeña y oscura en la que podemos escuchar ruidos de jardín, y oler en unos tubos olores de flores y jardines así como pasar la yema de los dedos por la superficie de un cuadro de Renoir en relieve. Todo ello tiene como objetivo despertar nuestros sentidos y acercarnos a la obra de arte de otro modo así como acercar el arte visual a personas con sensorialidad reducida, una apuesta que debería ir a más.
Puntuación: Notable.
Datos prácticos: "Renoir: Intimidad". Museo Thyssen. Del 18 de octubre 2016 al 22 de enero 2017. Entrada 12 euros (más la audioguía que cuesta y sin la cual no te enterarás de nada ya que no hay ni un solo panel explicativo). Horario: L-D 10h-19h y Sábados hasta las 21h.
Organizadores: Museo Thyssen-Bornemisza con el mecenazgo de Japan Tobacco International.Comisariada por Guillermo Solana, director artístico del Museo.
Descripción: El recorrido presenta seis espacios. En la introducción, comenzamos con el único panel explicativo que está expuesto y que nos explica que si bien Renoir se asocia a espacios públicos y abiertos, también tiene cuadros intimistas. Las dos primeras salas se titulan "Impresionismo: lo público y lo privado". En ellas nos encontramos con mucha gente agolpada y, a través de sus cabezas y cuerpos podemos distinguir, si tenemos un poco de suerte, unos estupendos lienzos del artista. En primer lugar, retratos: retrado de Jean Samary, retrato de Madame X, retratos de la Mujer de Monet (procedentes de Lisboa y París) y de Monet leyendo. En estas dos salas se encuentran también el elegantísimo "Después del almuerzo" y la "Mujer al piano" procedente de Chicago. Solo en estas dos primeras salas, llama la atención el origen tan dispar de las numerosas obras expuestas que proceden de sitios tan remotos como Chicago, Los Angeles, Portland, Saint Louis o Moscú y también de Lisboa, Dublin, Frankfurt y numerosas colecciones particulares. En la segunda sala de este espacio no os perdáis el estudio para el Moulin de la Gallete procedente de Copenhague y datado en 1875-76. El segundo espacio se titula "Retratos de engargo" y en él encontramos retratos de la familia Durand-Ruel, todos procedentes de colecciones particulares de la familia por lo que suponen la ocasión única de apreciarlos en vivo. En la continuación de la sala, se abre el espacio titulado "Placeres cotidianos" donde se contemplan cuadros intimistas sobre la mujer como "Mujer tocando la guitarra" o "Jóvenes leyendo" o "Jóvenes leyendo un álbum". Destaca el craquelado del cabello de la "Niña con fusta" procedente de San Petersburgo y "La maceta verde", un cuadro maravilloso procedente de Toledo. En el siguiente espacio titulado "Paisajes del norte y del sur" nos encontramos con los paisajes pintados por Renoir como el "Paisaje de la Roche Guyon" de 1887 procedente de México y "El estanque". También han incluido "Figuras en la playa" que procede del Metropolitan de Nueva York. La siguiente sala se titula "La familia y su entorno" e incluye diversos lienzos de Alice Renoir, de Edmond Renoir junior, etc. Terminamos el recorrido con la sala "Bañistas" donde se exponen lienzos de desnudos repletos de sensualidad como "Desnudo de espaldas" procedente de Tel Aviv y "Mujer atándose el zapato" o "Bañista arreglándose el pelo".
Lo mejor: "Mujer al piano" datado en 1875-76 procedente de Chicago.
Comentario: En primer lugar, destacar la ausencia de información. No hay ningún panel explicativo durante el recorrido y la información contenida en el primer panel es prosaica y no aporta nada salvo que desconozcas lo que significa la palabra "intimidad". En segundo lugar, me parece importante resaltar que el Museo ya no sabe dónde poner los folletos de sus exposiciones para que la gente no los coja: ahora están en un muro, bien apartado de la cola y tienes que dar unos seis pasos para cogerlos al vuelo antes de entrar a pesar de que haya muchísima gente detrás de ti empujando con su entrada en la mano. Estos dos hechos hacen que la organización de la exposición se desluzca. Bien, todos podemos apreciar cuadros de Renoir sin necesidad de conocer detalles técnicos pero lo interesante de una exposición es precisamente aprender esos detalles. El hecho de que cada vez lo pongan más difícil para ahorrarse el dinero, a pesar de que hayan subido el precio de la entrada, desluce el resultado final. Dicho esto, que va en la línea de comentarios anteriores sobre exposiciones organizadas por el Thyssen, al menos en esta la exposición sí va de Renoir (cosa que no sucedió con otras exposiciones supuestamente monográficas que se quedaron en nada). En esta exposición se presentan exclusivamente obras del pintor (75, para ser exactos). Esto obviamente va en consonancia con el título de la exposición, contra todo pronóstico. En relación con la selección, mencionar que se trata de los lienzos más intimistas de Renoir, con esa luz que los caracteriza, su pincelada pastosa y traslúcida, tan personal y distinguible, sus colores violáceos y su sensualidad características que aportan una sensación de suavidad al recorrido que acompaña hasta el final. De hecho, el último tramo del recorrido consiste en un espacio titulado "Un hermoso jardín abandonado". Se trata de una habitación pequeña y oscura en la que podemos escuchar ruidos de jardín, y oler en unos tubos olores de flores y jardines así como pasar la yema de los dedos por la superficie de un cuadro de Renoir en relieve. Todo ello tiene como objetivo despertar nuestros sentidos y acercarnos a la obra de arte de otro modo así como acercar el arte visual a personas con sensorialidad reducida, una apuesta que debería ir a más.
Puntuación: Notable.
Datos prácticos: "Renoir: Intimidad". Museo Thyssen. Del 18 de octubre 2016 al 22 de enero 2017. Entrada 12 euros (más la audioguía que cuesta y sin la cual no te enterarás de nada ya que no hay ni un solo panel explicativo). Horario: L-D 10h-19h y Sábados hasta las 21h.
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